Desde el Espacio Sindical de Base aseguran que se trató de una medida "arbitraria", tras meses de "hostigamiento y acoso laboral".
En reclamo por el despido de una trabajadora, el Espacio Sindical de Base protagonizó ayer por la mañana una ruidosa protesta frente a un geriátrico de la zona de Libertad e Independencia. Según denunciaron, la medida habría sido “arbitraria“, luego de haber sido víctima de “hostigamiento y acoso laboral“.
Fernanda Munistegui es una trabajadora especializada en el cuidado de adultos mayores que hasta este miércoles se desempeñaba en un geriátrico de la zona de Perla Norte.
Según indicó a LA CAPITAL, la mujer se dirigió a trabajar tras haber gozado de su correspondiente franco semanal cuando, para su sorpresa, los responsables del establecimiento le comunicaron su desvinculación con la empresa.
“Llegué y me dijeron que no entre porque ya me habían enviado el telegrama de despido”, señaló la damnificada a LA CAPITAL, quien agregó haber sufrido “hostigamiento por parte del empleador”.
Munistegui asegura que los malos tratos comenzaron cuando ella empezó a involucrarse en acciones sindicales por los derechos de los trabajadores y los pacientes, especialmente tras un trágico suceso que terminó con una señora fallecida el pasado 17 de enero.
“Después que ocurrió lo que pasó con una de las pacientes, que se rompió una cama, la tuvieron que internar y luego falleció, ellos me querían hacer cargo a mí de la situación”, señaló, asegurando que lo ocurrido se debió a un problema del mobiliario.
En este sentido, Nadia Martín, delegada del Espacio Sindical de Base, aseguró que “nadie tiene el derecho de arrebatarle el salario al trabajador”.
“Hoy en Mar del Plata crece el número de adultos mayores institucionalizados, en tan malas condiciones como las trabajadoras y trabajadores de los geriátricos“, aseguró.
Además, la dirigente destacó como prioritario “el reconocimiento inmediato de un plus a las trabajadoras y trabajadores que atiendan personas con padecimiento mental derivado del Alzheimer, demencia senil y psiquiátricas, ya que se encuentran tipificadas como trabajo insalubre”.
También acusaron al dueño del establecimiento en cuestión de “hacer negocios con los abuelos”, por lo que exigieron que “los adultos mayores no sean vulnerados, manoseados en sus derechos en estas instituciones donde prima el interés por el negocio antes que la calidad de vida y el cuidado integral de la persona”.